La correcta gestión de inventarios permite optimizar la cadena de suministro, reducir pérdidas, mejorar los tiempos de respuesta y garantizar una adecuada rotación de productos.
La eficiencia en el proceso de facturación permite a las empresas llevar un control preciso de las cuentas por cobrar, optimizar los ciclos de cobro y mantener una relación sólida con los clientes.